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Compitiendo con el equipo Gladiator - Parque4x4 en las 24 hrs de Necochea
Luego de pasarme la mitad de Enero mirando el Dakar, se presento la oportunidad de correr en las 24 Horas de Necochea, un evento organizado por el programa de TV "El garage". Y decidimos probar suerte en el Gladiator de Gabriel y Marina, quienes habian ganado en alguna otra oportunidad, las 24 Horas de Villa Gesell.
El plan era llegar el viernes a la noche a Necochea (430 km desde Buenos Aires), hacer las verificaciones y hacer una etapa para definir el orden de largada del dia siguiente. Luego de unos problemas en el viaje, donde tuve que hacerle RCP a un chiquillo herido en un accidente en la ruta, llegue a la casa de Gabriel, mi piloto y dueño del Gladiator en el cual participariamos en la prueba. Cargamos todo el equipo (de rescate, herramientas, comida, bidones y material de acampada) y pusimos rumbo a Necochea.
Luego de unos problemas mecanicos (problema numero 0) sin consecuencias en el Gladiator, llegamos a la noche justo a tiempo para las verificaciones y la subida a la rampa de largada. En Necochea nos encontramos con Marcelo, el hermano de Gabriel, quien seria nuestro anfitrion en Necochea y nuestro segundo piloto en la carrera. Marcelo tiene una casa rodante montada en un colectivo, que fue nuestro hogar (y a veces nuestra pesadilla) durante estos dias de carrera. Tambien en la noche del viernes terminamos de montar la radio VHF, faros extras en el techo, organizar el equipo y planear algunas estrategias: Nuestro objetivo era llegar a la meta, ya que el gladiator no estaba en optimas condiciones, ni especialmente preparado para carreras de 4x4.
Al dia siguiente nos levantamos bien temprano para poder llegar al campamento y base de la carrera, distante a 30 km de la ciudad. Llegamos, luego de tener que desatascar la casa rodante de un arenal (increible ver al gladiator tirar de los 11.000 kg de la casilla, aunque esto luego resultaria fatal). Una vez en el campamento, pude observar la calidad y preparacion de los equipos a los que nos enfrentariamos, siendo nosotros totalmente amateurs (Gabriel tenia un par de competencias encima, pero ni Marcelo ni yo habiamos participado de alguna anteriormente). Tambien comence a notar algunas cuestiones, buenas y tambien malas, en cuanto a la organizacion del evento (de eso me ocupo en el articulo de la carrera, donde estan las otras fotos...).
Los minutos corrian y llego el tiempo de la largada: teniamos todo tan listo como podiamos; Presiones bajas en los neumaticos, radio y gps en funcionamiento, equipamiento de rescate, herramientas, agua y otras tantas cosas en la caja, bien amarrado. Tambien teniamos algunas cuestiones de supervivencia, como agua, alimentos, primeros auxilios, en caso de que algo imprevisto sucediera, lo cual fue una decision acertada, como veremos más adelante.
La largada fue desde lo alto de un medano, todos a la vez. Por supuesto todos enfilamos hacia el paso más facil entre los medanos, encaminandonos directamente hacia los waypoints de las puertas 1, para continuar con la 2, la 3 y finalmente regresar a la base, para recomenzar el circuito. En total unos 30 km, que debiamos repetir una y otra vez para lograr la mayor cantidad de vueltas en 24 horas.
Y la verdad que la emocion y las sensaciones de estar asegurado al asiento, con el casco puesto, el motor rugiendo, la doble tracción conectada y listo para largar son realmente fuertes y poderosas, más aun siendo la primera vez, como es mi caso. Tambien en mi piloto estas sensaciones fueron fuertes, tal vez demasiado fuertes por que salimos muy rapido, tirando por la ventanilla aquellas estrategias que habiamos planeado, como "ir despacio", "llegar a la meta", "cuidar la maquina", etc etc. Esto resulto en la rotura de la doble tracción al encarar los medanos con demasiada velocidad, ya que se quebro un palier delantero que llevabamos gastado. Sin embargo el poderoso V8 debajo del capot y las enormes ruedas, sin contar con la pericia y la confianza del equipo, permitio que siguieramos un tramo más en carrera.... al menos por un tiempo.
Al pasar la puerta numero 1, las alternativas eran subir por una pared casi imposible hacia la derecha, o tratar de rodear una cadena de medanos hacia la izquierda. Con tracción simple, encaramos hacia la izquierda, buscando un paso facil. Luego tuvimos el segundo problema. Caimos en una zona demasiado blanda, y el gladiator quedo enterrado, con el eje trasero totalmente hundido. No pudimos sacarlo, ni aun con una hora de esfuerzos con pala, planchas y hilift, por lo que optamos por colocar la eslinga y esperar que un competidor piadoso nos tendiera una mano. El tener liquidos para tomar durante esta hora de esfuerzo en el calor de la playa fue un acierto que luego se repetiria.
La espera resulto ser en vano, incluso con actitudes ofensivas de los otros pilotos, como por ejemplo, "no me hagas perder el tiempo" o directamente acelerar al lado nuestro para no ayudar. Entiendo que sea una carrera, pero cuanto tiempo se podia demorar en darle un tiron a nuestro vehiculo, sobre todo en una competencia de resistencia y no de velocidad. Y al parecer no es la primera vez que pasan estas cosas, a veces en accidentes más graves y situaciones dificiles. Realmente la calidad deportiva de algunos equipos deja mucho que desear. Y, salvando las distancias, no podia evitar hacer comparaciones con el Dakar, donde la ayuda mutua es una clave para la supervivencia de todos los equipos durante la prueba.
Al final un jeep que pasaba por ahi, seguramente disfrutando de ver los equipos correr en los medanos, nos saco en 30 segundos y sin esfuerzo. Decidimos volver a la base para tratar de solucionar el tema de la doble tracción, asi que pusimos el V8 a rugir entre los medanos para llevarnos de vuelta a la base.
El tercer problema se presento unos metros antes de llegar a la base: De pronto siento olor a quemado, al tiempo que dejo de tener energia en la radio y en el gps: Algo pasa con el sistema electrico!!!!!! le grito a Gabriel. Paramos la camioneta, abrimos el motor y vemos con horror el cable del borne positivo de la bateria al rojo vivo, ya que por los saltos la bateria se habia desplazado y el soporte de la bateria habia entrado en contacto con el borne, produciendo un cortocircuito que agoto totalmente la energia de la bateria y la destruyo internamente.
Marcelo se acerco corriendo, a dar una mano con el problema. La zona donde habiamos quedado era un paso obligado para llegar a la base, por lo cual los competidores pasaban muy rapido al lado nuestro, a veces pasandonos tan solo a centimetros. Yo me aleje varios metros por detras del Gladiator y empece a hacerle señas a los vehiculos para que aminoraran la velocidad y tomaran un desvio por el costado.
En este momento hubiera sido interesante que se acercara una camioneta de la organización, o al menos personal de la prueba, pero no fue asi, asi que tuvimos que pedirle ayuda a un espectador, quien gentilmente nos presto los cables de bateria (de supermercado: no funcionaron), y luego nos remolco unos metros hasta la base, pero el poder del Cherokee era escaso para tirar el peso del Gladiator, por lo que buscamos otro par de cables de bateria y con los dos al mismo tiempo pudimos poner en marcha la camioneta y quitarla del paso.
En el campamento, tardamos varias horas en cargar un poco la bateria, probarla, quitarla, recargarla en un cargador hasta que finalmente nos dimos cuenta que no servia para nada. Habia que cambiarla. Tampoco pudimos solucionar el tema del palier, aunque con Marcelo habiamos tomado la decision de continuar, al menos por un tramo, en traccion simple.
Luego de almorzar, un amigo de Marcelo nos presto su bateria. Estabamos de nuevo en carrera. Sin perder un minuto, la instalamos y partimos, con Marcelo de piloto y yo como su navegante, hacia la puerta 2. El motor v8 y la mano de Marcelo llevaban el Gladiator, metro a metro, acercandose al punto 2. Debiamos elegir bien los pasos para no quedar atrapados, llevando una buena velocidad para que la camioneta no se encajase en la arena. Durante este tramo, más o menos a las 3 de la tarde, el segundo cambio empezo a gruñir, acusando a los rulemanes de la caja (tecer problema).
Un rato despues, de nuevo olor a quemado y sin electricidad: otra vez la bateria se habia movido, a pesar de los esfuerzos para evitar que ello sucediera. Esta vez, en vez de sucedernos a metros de la base, el problema ocurrio a varios km, pero a solo 1 km del punto 2. Otra vez la bateria medio fundida. Problema numero 4. Lastima que era una bateria ajena.
Decidimos buscar ayuda en el punto 2, asi que nos calzamos la mochila con agua, gps y otros elementos y fuimos caminando a la segunda puerta. Por suerte alli habia varias camionetas de la organizacion, asi que pudimos contar con ellas para tratar de recuperar el Gladiator. La nota de esta ayuda es que tuvimos el *placer*? de viajar con Pablo Gomez, un piloto argentino que participa en el Paris Dakar. La mala noticia es que ibamos en la parte trasera de su pickup, demasiado poco agarrados para la velocidad y el trazado, totalmente excesivos en esas condiciones. Nadie herido, pero algunos golpes con la jaula antivuelco, ya que ibamos 3 y sin arneses traseros. Incluso me dificultaba horrores leerle el gps para indicarle hacia donde debiamos ir, hasta que se calmo un poco y dejamos de dar vueltas alrededor del Gladiator.
Las camionetas de organización no pudieron ayudarnos, ya que no podian remolcar el Gladiator. Nadie tenia cables de bateria encima, asi que le di el GPS a Marcelo y me quede en el Gladiator, esperando por su ayuda. Marcelo partio hacia la base a bordo del vehiculo de Pablo Gomez, seguramente *disfrutando* el viaje, igual de peligroso e innecesario que en el tramo anterior. Eran las seis de la tarde. Luego nos pusimos a pensar, Marcelo por un lado y yo por el otro: Grave error el de quedarme solo alli, aunque las camionetas pasaban cerca (obviamente nadie paraba). Igualmente tenia comunicación telefonica, alimentos, agua y abrigo. Pero nadie objeto que yo me quedara. Supongo que sentiamos dificultad por dejar la camioneta sola alli tirada. Sobre esto pueden ver el articulo "Simulacro de Supervivencia en el desierto".
Eran las 12 de la noche cuando aparecio Marcelo y Gabriel en el jeep, trayendo la bateria para el Gladiator. Al parecer me encontraron de casualidad, ya que ambos, primerizos en el tema del gps, no se dieron cuenta que el aparato los estaba guiando a otros puntos que no eran exactamente el gladiator.
Colocamos la bateria y regresamos con el jeep y el gladiator hacia la Base. El viaje no tuvo dificultades, ya que la navegación resulto ser sencilla, encontramos los pasos justos, teniamos buena iluminación y no habia demasiado apuro. La caja de cambios siguio sufriendo, pero esta vez sujetamos con una eslinga la bateria a la carroceria y ya no se movio del lugar.
En la base, distendidos y cansados, comimos la cena, tomamos unas cervezas con los amigos y emprendimos el regreso a Necochea. El arenal del camino de acceso volvio a tragarse a la casa rodante, aunque esta vez el vehiculo no fue suficiente para sacarla del atasco. Incluso rompimos el diferencial trasero al sacar la casa rodante con el Gladiator (sexto problema). Por otra parte, las eslingas OGP de 10.000 kg resultaron excelentes. Luego con ayuda de unos amigos, llevaron el gladiator a casa, no sin antes reparar una rueda pinchada (septimo problema) y volvieron para buscar un tractor para desatascar la casilla.
Un merecido descanso y el Jeep de Marcelo, que era nuestro apoyo: Toda una aventura en si mismo.Volviendo al tema deportivo, no pudimos completar siquiera una vuelta completa a la carrera. El equipo ganador hizo 45, asi que no mereciamos ni siquiera el ultimo lugar. A pesar de que tuvimos muchos problemas, las experiencias acumuladas, y el calor del grupo humano que se formo durante la travesia dan al viaje un rotundo exito, a pesar obviamente de los gastos mecanicos y la mala sangre sufrida. Gracias a los amigos que me encontre alla, a los que hice alla, a los sponsors y a Marina por prestarnos la camioneta.
Igualmente... VOLVEREMOS A LAS COMPETENCIAS