Suzuki Vitara 3 y 5 puertas, Suzuki Sidekick

Con una batalla acrecentada en 28 cms. respecto a la versión tres puertas y una longitud total de 4,03 m. que permite la adopción de puertas traseras, el Vitara Wagón soluciona satisfactoriamente los problemas de accesibilidad de los pasajeros traseros y de capacidad del baúl del chasis corto, convirtiendo a este Suzuki en un vehículo marcadamente familiar, que por dimensiones y prestaciones es un buena opción para iniciarse seriamente en el 4x4.

Irreprochablemente ejecutado, la presentación del habitáculo ofrece la prestancia de un berlina de gama media, mientras que por la calidad y cantidad de su equipamiento (cierre centralizado, dirección asistida, cristales y retrovisores eléctricos, aire acondicionado, llantas de aleación, etc..) tiene poco que envidiar a TT de mayor tamaño y precio.

La posición de conducción está bien estudiada, con un asiento cómodo, aunque poco envolvente, que permite un excelente campo de visión hacia adelante, mientras que la visión trasera queda obstaculizada por el reposa cabezas y el auxilio. El tablero con la misma configuracion que el corto, pero de mayor calidad en su ejecucion, contiene las elementales alertas para conocer los signos vitales del automovil. Las palancas estan ubicadas correctamente.

El propulsor del Wagón deriva del conocido 1,6 litros de carrera larga catalizado, pero con el sistema de alimentación confiado a una inyección multipunto y una culata de 16 válvulas. Con ello, su potencia llega hasta los 95 CV a 5.500 rpm., con un par máximo de 13,5 mkg. a 4.000 rpm. El rendimiento de este motor es realmente muy bueno, escapando un tanto a la regla típica de la falta de carácter a bajo régimen de los motores de culatas multiválvulas. Su funcionamiento es muy regular, con una entrega de potencia muy lineal, aunque es fácil discernir un cambio de comportamiento a partir de medio régimen, donde los caballos disponibles afloran con mucha más rapidez. La mejora de la gestión del motor ha servido para lograr unas cifras de consumo parejas a la versión de 80 CV, a pesar del incremento de potencia y de peso respecto al Vitara Efi.

El apartado de transmisiones y chasis no merece comentario especial alguno, reproduciendo el esquema de su hermano menor con la salvedad de que la frenada delantera está confiada a unos discos ventilados.

Ampliando horizontes

Con el aumento de batalla, el Vitara Wagón gana muchos enteros en materia de estabilidad, direccionalidad y confort de marcha. A pesar de contar con unas suspensiones más bien blandas, la mayor distancia entre ejes otorga al Wagón el equilibrio que le falta al Efi en tramos sinuosos. Menos radical de reacciones y sensible a los cambios del terreno, los pasajeros, especialmente los traseros, disfrutan de un mayor confort de marcha en todos los terrenos, similar al de una berlina, al tiempo que el conductor, debido al mayor potencial del motor puede disfrutar de un mayor confort de marcha.

Sin devoción por el franqueo de obstá culos debido principalmente a la escasa altura del chasis, el Wagón es un vehículo muy agradable de conducir sobre cualquier pista. De comportamiento marcadamente subvirador, mantiene una direccionalidad casi imperturbable salvo en tramos bacheados tomados a fuerte ritmo donde queda patente el desacuerdo de la suspensión entre los dos trenes.

Y una muy buena base para prepararlo, aunque para 4x4 más duro es mejor la version corta.

Maximo representante de la categoria todo terreno compactos, durante toda una generación, el Suzuki Vitara Efi es un 4x4 ágil y divertido, de atractiva estética, que resiste al paso del tiempo y dotado de un motor de inyeccion electronica de 80 Cv de Potencia.

C on unas medidas muy compactas, el Suzuki Vitara muestra una ima-gen juvenil y dinámica, con unos pasos de rueda dimensionados y una calandra con grandes faros integrados e inclinada que le terminan de dar ese aspecto de vehículo atrevido. De buena accesibilidad a las plazas delanteras y algo más discreta a las traseras, el Vitara ofrece habitabilidad para 4 adultos, con un espacio para baul limitado, aunque con la posibilidad de abatir el asiento trasero total o parcialmente. El puesto de conducción es cómodo y agradable, disponiendo el asiento de reglajes suficientes como para encontrar la postura más adecuada, todo ello favorecido por la posibilidad de regular el volante en altura. El tablero, de agradable diseño, contiene toda la información necesaria para conocer las vitales del vehículo, mientras que palancas y mandos disponen de una ubicación racional. Disponible en techo de lona, hard-top y techo metálico, el Vitara cuenta en su equipamiento más completo con cristales y retrovisores eléctricos, dirección asistida, ciérre centralizado y aire acondicionado.

El vitara conserva el mismo propulsor de carrera larga de este modelo, mientras que el par máximo se cifra en 1 3 mkg. a 3.000 rpm., 500 vueltas más abajo que la versión carburadores.

Las consecuencias de la gestión electrónica del motor son varias y beneficiosas todas ellas. En primer lugar, el motor ha mejorado su respuesta a todos los regímenes, especialmente en altas, dando la sensación de una menor pereza para alcanzar la zona máxima de rotación en relaciones largas; en segundo término y derivada de la anterior, las prestaciones puras son más notables y equiparables a las acreditadas por mecánicas más potentes; en tercer lugar, el consumo relativo del Vitara Efi ha sido rebajado del orden de 1 litro, aunque a velocidades elevadas sostenidas continúa siendo alto, del orden de los 14 litros, lo que obli-ga a repostar cada 300 kms. más o menos.

El Vitara, gracias a su manejabilidad y contenidas dimensiones, no tiene ningún problema para moverse con soltura por medios urbanos, mientras que en ruta ofrece un confort digno de un turismo, manteniendo esta misma característica en pistas en buen estado. A medida que se vaya degradando el piso, y a fuerte ritmo, se apreciarán cabeceos producidos por el tarado blando de la suspensión delantera y su corta batalla, aunque por norma general, su esquema de amortiguación mostrará una buena capacidad de absorción de las irregularidades. Gracias a su poco peso, buena respuesta del motor y correcto escalonamiento del cambio, el Vitara se muestra como un vehículo ágil, especialmente en carreteras y pistas reviradas donde acepta de buen grado los cambios de apoyo repentinos. No obstante, su marcado carácter subvirador y la batalla corta de este vehículo que parece conducirse como un gran karting, invitan a la prudencia en suelos húmedos, donde el tren trasero puede sorprender con reacciones intempestivas.

Fácil y divertido de conducir en cualquier medio, este todo terreno ofrece un rendimiento aceptable en el franqueo de obstáculos. La presencia de serie en todas las versiones del DSL en el eje trasero ha mejora-do notablemente la motriádad del coche, pero debido a la corta altura libre del cha-sis, los caminos de roderas profundas continúan siendo la asignatura pendiente del coche. Con utilizar neumáticos de mayor diámetro, 6,00x16, por ejemplo, el Vitara alcanza la condición de buen trialero, y si se le pueden modificar las suspensiones y los angulos, mejor todavia.

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