Las
pendientes son uno de los obstaculos más particulares. A primera vista, no parecen
demasiado peligrosas: todos los todoterrenos actuales tienen cotas de inclinacion
grandes, (ya que la mayoría supera los 40º), pero el manejo en esta situación
es antinatural, incomodo. La técnica más eficaz en estos casos es evitar las zonas
con mayor pendiente. Si no queda otro remedio, lo primero es hacer un reconocimiento
del terreno. Siempre puede haber zanjas, piedras o raices que molesten en el camino
y puedan desestabilizar el vehículo y hacerlo volcar. Es recomendable afrontar
la zona en primera de baja, con un cuidado extremo en el acelerador. Si el vehículo
pierde sujeción, y se desliza hacia abajo, no se deberá volantear, si no mover
ligeramente el volante hacia la zona baja y acelerar un poco, para conseguir agarre.
Importante es la distrubucion de la carga: Si es posible, no llevar peso en el
porta equipajes, no elevar el centro de gravedad del vehículo, y sujetar cualquier
bulto que llevemos en el interior. Los pasajeros pueden servir de contrapeso,
y a veces se puede asegurar el vehículo con eslingas o cuerdas, para evitar desplazamientos
laterales indeseados. Cuando
la pendiente es ascendente, lo mejor es afrontarlas de frente, evitando las inclinaciones
laterales. Si la traccion es pobre, moviendo ligeramente el volante a derecha
e izquierda y soltando un poco el acelerador sirve para facilitar el agarre, como
en caso de los caminos con barro. Si el vehículo se atasca, no se deberá pisar
el embrague, y es mejor dejar que se apague el motor antes de apretar el embrague,
para que no se vaya para atrás. Meter el cambio sin quitar el pie del freno, y
luego arrancar sin embrague, soltando el pedal de freno y dejando que el motor
se frente suavemente durante el descenso marcha atrás, para luego volver a intentarlo,
con un poco menos de peso y más "alegría" en el acelerador. Las
pendientes descendentes parecen peores que las anteriores. Evitar también las
inclinaciones laterales, con primera o segunda, se inicia el descenso sin tocar
el embrague. Toques de acelerador pueden equilibrar la marcha, si el vehículo
se va para los costados. Al embalarse, toques suaves al freno. Evitar el embrague.
Conviene hacer una exploración previa a pie y observar el terreno, estableciendo
una ruta imaginaria para luego seguirla, viendo los posibles obstáculos y determinando
la velocidad más adecuada de la caja de cambios. |